Hoy una de las niñas de clase quiere contarnos la historia
de una niña que sufre de soledad porque es nueva en el cole y las otras niñas
no la dejan jugar con ella. Esta niña está tan triste y se siente tan sola que
se porta mal en clase, llora mucho y desobedece, se pelea con su hermano
pequeño y no quiere ir al cole. Esta niña ha probado con todas las cosas que
sabe hacer: lo ha pedido por favor, como les decimos los papis a los nenes que
tienen que pedir las cosas. Se ha puesto triste cuando no la han dejado jugar,
se ha frustrado y se ha enfadado, pero todo la lleva al mismo sitio: sigue sin
poder jugar en el recreo. Y como ya no se le ocurren más cosas que probar, y
como lo que ha probado no le ha funcionado, se ha cansado de probar y ahora se
sienta debajo de una mesa y no quiere jugar ni hablar con sus compañeros de
clase.
Decidimos hacer un comité de notables para manejar semejante
situación ¡hay que hacer algo para ayudar a esta chiquilla! Y el grupo entero
se reúne alrededor de una mesa redonda y se nombra un moderador, y una chica
que representa a aquella chiquilla, Loreto vamos a decir que se llama.
Explicamos esto del comité de notables, ¿esto qué es? Es fácil, mirad. Hay
personas que saben mucho de unas cosas o de otras. Imaginaos, estamos en crisis
en España y Rajoy reúne alrededor de una mesa a un montón de expertos en
solucionar crisis, le dan un saco entero de ideas, y aunque no todas van a
valer para resolver la crisis, algunas seguro que se pueden probar. Así que
esta tarde, nuestro grupito que empezó a hablar de emociones hace poco más de
seis meses se ha convertido en consejero para Loreto. Así que la consigna es:
imaginémonos que sabemos todo lo que pasa por las cabezas de los niños, y
sabemos ya mucho de Inteligencia Emocional, y de cómo se sienten las personas. Si
fuéramos expertos en esto… ¿qué le recomendaríamos a Loreto?
Nuestra Loreto que no tiene un grupito de amigas en el
recreo es, durante toda esta hora, la que encabeza la mesa alrededor de la que
charlamos sobre posibles cosas que se nos ocurren que puede hacer. Es la razón
de que estemos allí y así como nos decía que no se sentía querida en el recreo,
de pronto es el centro de la clase. Y poco a poco salen ideas, algunas
loquísimas, otras imposibles, algunas que quizás… y otras que no sé… y hemos aprendido todos ¡ojo! Loreto ha
incorporado varios puntos de vista a lo que ella ya veía, y algunas ideas que
igual podrían ayudarla a que sus compañeras de clase la dejaran jugar, y se ha
visto a sí misma a través de los ojos de sus compañeros de clase de IE. Los compañeros,
se han convertido en expertos ¡y menudos expertos! Hablábamos de enfados, de
pegar, de tristeza, de frustración, de rabia… y han compartido sus experiencias
y practicado la empatía. Loreto pensaba que era la única a la que le pasaba,
esto de que no la dejaran jugar. ¿sabéis qué? Resulta que a Eduardo le piden el
último para jugar al basket y le hace sentir mal. Y que a Mónica no la dejan
jugar a la comba porque dicen que se cae todo el rato y es una torpe. Y entre
todos, con consejos y empatía, han conseguido que Loreto se vaya a casa con una
lista de opciones en su mochila de recursos y se han ido ellos mismos con la
satisfacción de haber hecho sentir mejor a otra persona con sus habilidades.
Hay clases que no quieres que se acaben nunca… esta fue una de esas.
Pequerrecomendación:
las reglas del mundo de los mayores no aplican en todos los momentos en el
mundo de los pequeños… los compañeros del entorno donde un peque se siente mal,
triste, rechazado o dado de lado, pueden aportarle alternativas que nuestro
peque no ve, porque desde algunos sentimientos uno no quiere alternativas. Quiere
hacerse bicho bola y desaparecer. Dejarles gestionar ese sentimiento y que
valoren las alternativas y sean ellos quienes propongan lo que van a hacer, les
ayuda en ese proceso de toma de decisiones y a elegir la solución que les
parece mejor, así ven cómo sus decisiones se relacionan con los resultados y
aprenden a regularlas.
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